FASE DE DEPURACIÓN
Una nueva etapa de vida de las plantas

La hidroponía (dal griego antiguo hydor, agua + ponos, trabajo) es una técnica de cultivo que no necesita el uso de la tierra. Las raíces, de hecho, crecen a contacto directo con el agua; o más concretamente a contacto con una solución acuosa, compuesta por una selección de nutrientes previamente elegidos en relación con las necesidades de la planta en cada fase de su desarrollo.
Todo eso permite interactuar activamente con la cantidad y calidad de nutrientes, en una conexión agua-raíz que no esta afectada por ningún agente externo. Contrariamente a lo que pasa en las técnicas de cultivo tradicional que utilizan la tierra como fuente de trabajo. Y supuestamente es este uno de los limites más evidentes de la técnica tradicional; la tierra se interpone entre el agua y las raíces alterándole la conexión.
De hecho, utilizando la tierra como sustrato, es prácticamente imposible controlar concretamente las cantidades de fertilizantes puestos a disposición de la planta. El problema mas grande surge en la fase previa a la cosecha; cuando el objetivo es limpiar las raíces, con el fin de quitar las concentraciones de fertilizantes utilizados a lo largo de las fases de crecimiento y floración.
Utilizando la tierra ese proceso de limpieza resulta prácticamente imposible.
Residuos de nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), y otros micro elementos vinculados indisolublemente a la tierra contaminaran el producto final; las flores, comprometiendo la pureza.
Por otro lado en la hidroponía, gracias a la utilización de substratos inertes, todos los fertilizantes se encuentran diluidos en el agua. Ese detalle, aparentemente insignificante, permite solucionar el problema de la fase previa a la cosecha, concediendo la posibilidad de cambiar la solución acuosa rica en fertilizante por agua limpia y sin nutrientes. La hidroponía crea así una nueva etapa de vida de la planta; la fase de depuración, que en algunos casos puede durar hasta 2 meses según la concentración de fertilizantes puestos a disposición de la planta a lo largo de las fases de crecimiento y floración.
El resultado final es un producto único, que puede alcanzar la máxima pureza, totalmente libre de residuos minerales. Aunque ese proceso preve un coste de producción mayor, ya que prolonga el ciclo vital de la planta, y en consecuencia aumenta el gasto de mantenimiento, Relash Lab® ha decidido recorrer ese camino, con el objetivo de producir inflorescencias de cannabis de máxima calidad.